Gracias Padre te quiero dar por todo lo que me has dado, malo y bueno. De lo malo tú mejor que yo sabes que no ha sido agradable para mi y quiero desaparecer todo eso paulatinamente hasta anularlo, pero lamentablemente la vida es así y yo escogí experimentar todas estas cosas, o mejor dicho, mi alma.
Tú también sabes que no me siento de este mundo. Puedo tener los pies sobre la tierra, pero definitivamente no quiero vivir más inarmonías, por lo cual cuando regrese al otro plano me echaré yo mismo un sermonsito y elegiré servirte a ti y seguir creciendo de otra manera con tal que no sea volver a este mundo. Aunque el mundo es bello, hermoso, prefiero la perfección plena de un plano superior.
Me he comportado ante situaciones como humano, he obrado "mal", he hecho cosas que parten del ego. Todo para permitirme un lugar en este lugar mundano, lleno de creencias propias y ajenas, de moldes preestablecidos o de actitudes esperadas. Por supuesto que muchas de esas cosas las disfruto, y mi ser me las pide: La lujuria, la crítica, el ego machista, la dominación, el orgullo, etc, etc. Claro está, eso debo corregirlo y mejorar día a día.
Somos seres que lo contenemos todo: Mal/ bien, ying/yang, masculino/femenino, infierno y paraíso. Somos goticas en el enorme e infinito océano que eres tú. Contenemos todo lo que eres, y tú eres lo que somos. Somo aquel árbol del bien y el mal que comenta el Génesis.
De igual manera GRACIAS PADRE! TE AMO y lo sabes. Estoy escribiendo acá con un nudo en la garganta pero tu sabes que no estoy deprimido, es simplemente un momento de inspiración y un break que tomo en mi espacio de trabajo para escribirte a ti, a mí, y a cualquier otro(a) hermano(a) de alma que está leyendo esto. A esa(s) persona(s) le(s) saludo su Cristo interno en este momento y le(s) doy mis mejores deseos y bendiciones.
No soy católico, más cristiano sí y tengo pensado ir a ver la Pasión de Cristo. Aunque ese aspecto de Jesús o esos momentos no son mis favoritos, iré a verla para afrontar como hombre que soy lo que vivió Jesús, al cual por cierto también amo y le agradezco inmensamente por todo lo hecho, y no hecho también. También te saludo a ti, Santa María, que por cierto me hizo un gran favor y respondió de forma milagrosa lo que me sucedió en mi último viaje. De eso podría contar después.
Nunca se me olvida cuando era muy niño y en plena semana santa vi una película de Jesucristo. Cuando lo crucificaron la misma terminó y yo lloré desconsoladamente. Recuerdo que antes de acostarme estaba sollozando y mi madre, muy amorosa como siempre, me arropó y me consoló diciéndome: "Tranquilo, Él resucitó al tercer día". Con eso me tranquilizó. Yo en realidad no entendía el motivo por el cual habían crucificado a aquel señor, del cual para aquel momento desconocía su historia.
En Jesús creo, aunque con todo respeto no creo que sea el único hijo de Dios, como lo pregona la iglesia católica.
Bueno, creo que por los momentos eso es todo.
Saludos.